Con mucha discrección ha aterrizado la selección española en Curitiba, la fría y lluviosa capital del estado de Paraná que se convertirá en su casa en Brasil durante la primera fase del Mundial. Tras un largo viaje -ha durado nueve horas y cuarto- desde Baltimore, y después de haber ganado el último amistoso a El Salvador (2-0) con goles ambos de Villa, la campeona del mundo se ha instalado en el centro de entrenamiento Alfredo Gottardi, 'Caju', la ciudad deportiva del Atlético Paranaense que lleva el nombre de un legendario jugador de este club.

A pesar de que las autoridades de Curitiba querían haber hecho algo grande con la llegada de España a su ciudad, ha sido la propia federación quien, siguiendo los consejos de Vicente del Bosque, decidió hacer una llegada más discreta, entrando de manera sigilosa en el Mundial. La selección campeona del mundo debuta el próximo viernes en Salvador de Bahía en el duelo ante Holanda (21.00 horas) que puede condicionar, y de manera notable, su futuro en el torneo.

En el largo viaje desde Baltimore a la capital de Paraná, los jugadores, que disponían de conexión Wi Fi en el avión, se han enterado al instante del triunfo de Rafa Nadal en Roland Garros conquistando su noveno título. Luego, al llegar al aeropuerto, han sido recibidos por La expedición española fue recibida en el aeropuerto por Gustavo Fruet, alcalde de la ciudad, y Mario Celso Cunha, representante del gobierno del estado de Paraná y coordinador del Mundial en Curitiba, antes de irse a dormir para iniciar este lunes los entrenamientos.

A las ocho de la noche (hora brasileña, una de la madrugada en España), y tras una tarde llena de lluvia, dejaba de caer agua en el interior de Brasil. Aunque, eso sí, se detectó que había peligro de inundaciones en algunos barrios de la ciudad, que se habían quedado incluso sin luz.