Marcelino Martínez Cao, delantero de la selección entre 1961 y 1967 y autor del tanto que dio la victoria a España en la Eurocopa de 1964 frente a la URSS, declaró a EFE que si a aquella generación la "hubiesen cuidado un poco", habría ganado un Mundial como el de Inglaterra en 1966.

Marcelino, gallego de 74 a?os, vive en un pueblo cercano a Ferrol (La Coruña). Ni el tiempo ni la distancia le hacen olvidarse de su pasado como futbolista en el Zaragoza (1959 y 1970) y en una selección española que, según dijo en una entrevista con EFE, pudo ser campeona del mundo "si no se hubiesen hecho las cosas mal en el Gobierno y no se hubiesen mezclado cosas fuera del deporte".

Pregunta: ?Qué representó para usted la Eurocopa que ganaron en el estadio Santiago Bernabéu aquel 21 de junio de 1964?

Respuesta: Fue el triunfo más importante del fútbol español durante 44 años y además fue el primer trofeo importante a escala mundial que tenía España. Lo que no era bueno ni normal era que siendo de los mejores del mundo, estuviésemos 44 años sin conseguir algún otro título.

P: ?Qué sentimientos le produce la actual selección que ha ganado tres títulos en cuatro años?

R: Lo estoy disfrutando porque España tiene lo que su historial se merece. Ahora tiene tres Eurocopas (1964, 2008 y 2012) y un Mundial (2010). 44 años sin ganar nada España no se lo merecía y ya me molestaba. La historia está muy bien pero sirve para no cometer errores en el presente. Vivir de la historia era vivirla demasiado. Es algo que no me gusta ni en plan personal.

P: ?Por qué tardó España tanto en volver a ser campeona?

R: No se estaban haciendo bien las cosas. Algunos dicen mala suerte, pero en el deporte no hay mala suerte. En un momento puntual puedes tener suerte con unos penaltis, pero has de llevar una trayectoria impecable y jugando bien. Normalmente siempre ganan los mejores. Mi amigo Luis Aragonés decía 'ganar, ganar y ganar'. Yo estoy de acuerdo, pero eso se logra en un noventa y cinco por ciento cuando juegas bien y el contrario peor.

P: ¿A qué se refiere cuándo dice que no se estaban haciendo bien las cosas?

R: A que las federaciones del fútbol español lo estaban haciendo muy mal. Teníamos campeones sub'17, sub'19, sub'20 o sub'21, y luego nada. Esa gran cantera que se hacía desaparecía. Yo fui crítico con Ángel María Villar más de una vez, pero reconozco que ha sido el mejor presidente de la historia de la federación y posiblemente porque ha sido futbolista.

Villar ha triunfado mucho más como presidente que como jugador, pero porque partía de ser futbolista y sabía de lo que careció la selección. Hoy día vemos unas instalaciones magníficas, hay entrenadores para los jóvenes y todos trabajan con un sistema parecido. Si estamos ahí en todas las categorías es porque se trabaja bien y no es improvisado como nosotros.

P: ¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?

R: Había jugadores que salían de la playa, como yo, y no de escuelas de fútbol. Yo debuté en Segunda sin haber visto un partido en mi vida o sin tener un entrenador. De jugar en la playa descalzo con los amigos pasé a estar en Segunda con el Racing de Ferrol. Luego ya fui a Zaragoza como estrella. El no salir de escuelas tiene una desventaja, puesto que ahí puedes aprender de gente muy buena. Por ejemplo, en mi época de jugador yo tenia 38 pulsaciones y 100 metros en once segundos. Siendo un velocista tenía pulsaciones de un ciclista como Miguel Indurain. Los campos se quedaban pequeños, pero la forma de trabajar ha cambiado.

P: ¿Notaba muchas carencias en el fútbol de aquella época?

R: Había carencias de todo, empezando por las instalaciones. El gobierno de Franco no cuidaba el deporte. El Director General de Deporte era un hombre del Régimen que igual el balón más redondo que había visto era una pastilla de chocolate. Tampoco creo que a ellos les interesase el fútbol.

P: Sin embargo, era el deporte más apoyado y mediático, como ahora.

R: Es por la proyección mundial que tiene el fútbol. Si la gente quiere a este deporte como el más popular y es el más visto es porque se pide democráticamente, aunque pienso que las federaciones tienen que cuidar todos los deportes, aunque sean minoritarios.

P: ¿Cómo era en su época jugar contra otras selecciones o equipos extranjeros?

R: En aquella época, España tenía carencias y era dictatorial. Cuando íbamos a jugar, nos miraban de otra manera, por encima del hombro, y cuando ganábamos ya pasaba a ser respeto. Recuerdo con el Zaragoza ir a jugar a Alemania o Inglaterra y no dejarnos entrar en hoteles de cinco estrellas. Cuando empezamos a barrer nos respetaron. Los triunfos dan prestigio a un país y nosotros se lo dimos a un país muy necesitado de prestigio, pero no porque los dirigentes o políticos cuidasen el deporte. No lo cuidaban nada.

P: El triunfo en la Eurocopa de 1964 se logró en España y contra la Unión Soviética, un país comunista que no le gustaba a Franco.

R: Eso nunca se utilizó entre nosotros. Veamos a un deportista y lo teníamos miedo por lo que era, no porque fuera soviético o de otro lado. La URSS era la Unión de Repúblicas Socialistas y eran la leche de habitantes. A ellos no les dejaban salir de su país, entrenaban a diario cinco horas y eran fenómenos físicos y técnicos que hubiesen sido figuras en Italia o Inglaterra.

P: ¿Veía muchas diferencias en deporte entre España y otros países?

R: Los países socialistas cuidaban el deporte para proyección internacional, de ahí las medallas en los Juegos Olímpicos. Técnica y físicamente estaban muy adelantados.

P: ¿Se sintieron alguna vez utilizados por el Régimen para ensalzar los triunfos ante otros países?

R: Nosotros éramos deportistas que jugábamos al fútbol. Todo deportista quiere ganar y cuando representas a tu país era lo que nos interesaba. Para nosotros quien mandase era una circunstancia. El que Franco estuviese en el palco de la final en Madrid es como si estuvieses tú o un amigo. Es el mismo respeto porque eres un aficionado. Si estaba Franco pues bien, y si no tampoco pasaba nada, un espectador menos. Hoy los políticos los elegimos nosotros y antes no. A los que vivíamos fuera, en provincias, no nos influía eso mucho porque ellos vivían en Madrid.

P: Una de las claves de la selección española de los últimos años es el buen ambiente que hay en el vestuario. ¿Cómo era el suyo?

R: El ambiente era fenomenal, y la amistad que teníamos y tenemos es impresionante. Han pasado cantidad de años y nos vemos de Pascuas a Ramos porque cada uno ha hecho su vida, tiene hijos o nietos, pero siempre nos acordamos de los otros. La unión que teníamos y que sigue es una amistad para toda la vida. Es grandísima.

P: ¿Por qué esa selección de los sesenta no logró más títulos?

R: Con una media de 24 años, si nos hubiesen cuidado un poco, hubiéramos barrido en mundiales como el de Inglaterra (1966). Luego se hicieron las cosas muy mal en el Gobierno, pero no es momento de hablar de ese tema porque tendríamos que estar varias horas. Si no se mezclan cosas fuera del deporte hubiésemos sido campeones del mundo. Éramos un equipo ganador y teníamos una selección impresionante.

P: ¿Qué opina de la actual selección dirigida por Vicente Del Bosque?

R: La veo de las mejores, pero requiere cinco o seis jugadores nuevos, que además los tenemos. Si estuviese Jesé en condiciones lo llevaría para jugar mucho. Es una pena lo de Thiago, que se ha lesionado. Si queremos volver a tener una selección impresionante hay que incorporar gente joven para tenerlos en un ciclo de ocho años. Tienen que coger el relevo y hacer la dirección. Los veteranos al lado de ellos aprenderán.