Con la misma seriedad con la que se marchó del terreno de juego ha vivido Leo Messi las primeras horas tras la derrota ante Alemania en la final del Mundial de Brasil (1-0), una competición que debía significar su coronación como futbolista. Y también la de Argentina, que ha ido de menos a más y ha acariciado el título.

"Merecíamos un poco más por el partido que hicimos", ha sido la primera reflexión del capitán de Argentina, premiado con el Balón de Oro al mejor jugador del torneo. "En estos momentos no me importa nada el trofeo, queríamos levantar la Copa", ha añadido. "Ya estábamos cerca de los penales, que es otra historia", ha subrayado, quizá recordando la tanda que en la semifinal dio el triunfo a la albiceleste ante Holanda.

Messi ha admitido que Alemania "manejó el partido", pero también ha subrayado que la ocasión más clara fue argentina. El astro ha aludido así a la jugada de Higuaín, que se plantó solo ante Neuer tras un error de Kroos en la cesión. Pero no ha querido cargar las tintas sobre el delantero. A su juicio, falló la delantera en su conjunto. "Todos tuvimos ocasiones y no supimos meterla", ha concluido.