No hay semifinal posible con más historia y tradición que la que enfrentará hoy en Belo Horizonte a Brasil y Alemania. Mientras el anfitrión sigue llorando la ausencia del lesionado Neymar y del sancionado Thiago Silva, quizá sus dos mayores figuras, Alemania prefiere centrarse en su fórmula de siempre: la máxima concentración y competitividad para llegar a la final. No será fácil. Joachim Löw sabe que tiene las piezas para tumbar a Brasil, pero hay algo que no controla, un aspecto que se le escapa y que puede ser decisivo: el arbitraje.

En condiciones normales, un equipo brasileño siempre sería superior técnicamente a cualquier rival. La tradición es así. Pero en la pentacampeona del mundo se ha producido un cambio de filosofía y estilo. Ahora lo importante no es el talento, la clase, el balón. La base es la garra, la fuerza, el carácter. Y neutralizar las virtudes del rival, en este caso una Alemania repleta de calidad, velocidad y recursos. Sin embargo, el tesón de Brasil sigue intacto.

"Queda muy poco de la forma tradicional brasileña de jugar al fútbol, ese estilo artístico tan reconocible y que todos conocíamos. Sigue teniendo jugadores técnicos, pero ahora juegan de un modo más físico y robusto. Tratan de destruir el ataque de sus rivales y a partir de ahí generan", resume Löw, que tiene en su cabeza al árbitro de hoy, el mexicano Marco Rodríguez. "Vi el Brasil-Colombia y hubo incontables faltas de ambos equipos. Faltas hechas para destruir, no eran batallas por el balón. Espero que esta vez el árbitro sea más duro con las sanciones".

Alemania acumula 13 semifinales en 18 participaciones, una auténtica locura. Brasil le sigue en esa clasificación con 11. Los germanos, además, llevan cuatro consecutivas, pero no ganan el Mundial desde 1990. Una espera demasiado larga. Brasil les privó del título en el 2002 en el único enfrentamiento entre ambas en esta competición.

31 faltas ante Colombia

Low solo tiene la ausencia de Mustafi. Nada que ver con las bajas del rival. ñNadie debe creer que será más fácil sin Neymar. Los golpes despiertan fuerzas adicionales. Es un jugador excepcional, pero ante las desgracia sus compañeros estarán más unidos", reflexionó el técnico, que mantendrá a Lahm en la derecha, con Khedira, Kroos y Schweinsteiger.

Löw sabe que Brasil ejercerá presión, pero confía en el dinamismo de sus peloteros para contrarrestarla, por lo que Götze podría entrar por Klose. En esa misión no faltarán Özil ni Müller, la mayor amenaza para el anfitrión, que hizo 31 faltas ante Colombia.