El hipotético rival de España en cuartos de final del Mundial saldrá del Croacia-Dinamarca, en el que todas las miradas apuntan al duelo de talentos entre Luka Modric y Christian Eriksen. Muchos ven al mediapunta del Tottenham, de 26 años, como el heredero natural del croata (32), lo que añade un aliciente extra a un cruce en el que los balcánicos son favoritos.

La primera fase de Croacia fue inmaculada, incluida la goleada a Argentina. Modric brilla con luz propia en un equipo en el que todo funciona. Rakitic está imperial en el doble pivote junto a Brozovic, y Mandzukic, a falta de goles, es una garantía para pelearse con los centrales y bajar el balón para los hombres de la segunda línea.

Pero nadie se fía de una Dinamarca que se habría metido en octavos incluso sin el biscotto con Francia. «Son peligrosos, rápidos y tienen a Eriksen, uno de los mejores de Europa y del mundo», alaba y avisa Rakitic de un futbolista que con su club ha firmado 14 goles y 13 asistencias esta temporada. Eriksen no se arruga. «Hay mucha presión sobre mí, pero estoy acostumbrado», dice la estrella danesa, que no esquiva la comparación con Modric: «No me considero peor que él».