Apenas 24 horas después de su cese como seleccionador, Julen Lopetegui fue presentado como entrenador del Madrid en un acto multitudinario celebrado en el palco de honor del Bernabéu.

Con un poco de retraso, a las 19.12, salieron Florentino Pérez y Lopetegui flanqueados por la familia del nuevo técnico merengue, su cuerpo técnico y por algunos pesos pesados del madridismo como Raúl o Butragueño. El presidente organizó meticulosamente, aunque a simple vista pudiera no parecerlo, un acto con un objetivo evidente: homenajear al que, siempre según su propia versión, había sido objeto de los injustos ataques de los que quieren desmembrar el madridismo. En los asientos centrales los empleados del club acomodaron a exjugadores, directivos, familiares y socios. En los laterales y fondo, prácticamente hacinados, estaban los medios que cubrían el evento, algo inédito en una presentación de estas características.

Tras un breve vídeo que glosó los mejores momentos de Lopetegui como jugador y entrenador, tomó la palabra el presidente, que dio una cálida bienvenida al que será el entrenador del Madrid los años venideros. «Damos la bienvenida a alguien que conoce a la perfección nuestra casa y que ha demostrado ser un gran profesional», afirmó.

ALGUIEN MIENTE

No tardó Florentino en dar su versión de los hechos que han supuesto el cese del entrenador guipuzcoano como seleccionador. «Nosotros llegamos a un acuerdo rápido con Lopetegui en el ejercicio de la libertad de ambas partes. Decidimos hacerlo público como una muestra de transparencia y para evitar rumores», aseguró. «Comuniqué el acuerdo al presidente de la federación, un acuerdo que sólo incumbe a ambas partes. Fue un acto de normalidad y se habló de una rueda de prensa conjunta para el día siguiente. Fue una absurda reacción de orgullo mal entendido», prosiguió.

Esta versión difiere, y mucho, de la que Luis Rubiales, presidente de la federación (RFEF), se ha cansado de dar a los medios en las últimas 24 horas. Rubiales afirma que conoció el fichaje del ya exseleccionador por el Real Madrid apenas cinco minutos antes de que el departamento de comunicación del club oficializara la noticia. Alguien miente.

Florentino aprovechó la ocasión para volver a atizar a Rubiales y, de paso, colocarse en el centro de una supuesta diana antimadridista. «Fue una respuesta desproporcionada, injusta y sin precedentes. El Real Madrid ha estado siempre orgulloso de haber contribuido a los éxitos de la Selección. Por eso resalto la importancia de que el madridismo esté junto contra los que buscan desprestigiar la imagen del club. No me gusta el victimismo, pero hay una corriente que pretende dañar la imagen de nuestro club», dijo ante un respetable ya entregado. Nosotros contra todos. «No había ninguna razón para que Julen no estuviera mañana en el banquillo de España», sentenció el presidente.

Tras el intenso contraataque del, al parecer, dolido Florentino, llegó el turno de Lopetegui. «Fue el día, posiblemente desde la muerte de mi madre, más triste de mi vida, pero este es el día más feliz», dijo emocionado.

Con el turno de preguntas Lopetegui pudo dar su versión, calcada a la de Florentino, de los acontecimientos. «El presidente lo ha explicado muy bien. No hay que dar más detalles. Hay muchos precedentes y lo único que nos movía era ser transparentes. Hubo felicitación y tono cordial por parte de Rubiales. Lo que pasó después lo desconozco. Soy leal a mi responsabilidad y eso lo aprendí en el Real Madrid. Me hubiese gustado que Rubiales hiciera las cosas de otra manera», afirmó Lopetegui.