Después de superar a Argentina en los octavos en un partido volcánico a Francia se le presenta otra prueba sudamericana para acceder a las semifinales. No tiene nada que ver aquella albiceleste frágil, inconexa y caduca con el combinado charrúa, un bloque rocoso, solidario y bien orquestado por el Maestro Tábarez. Esa garra y sentimiento, que tanto admira la estrella bleu Antoine Griezmann se cruzan en el camino del conjunto de Deschamps, el favorito de un duelo en el que Cavani apunta a suplente por sus molestias.

En Nizhni Novgorod (16.00 horas) se vivirá el primer duelo de cuartos del Mundial. El vigor y la juventud de Francia, reflejados como nadie por Mbappé, toparán con la mejor defensa del campeonato, esa roca charrúa que comandan Godín y Giménez, la pareja de centrales del Atlético. Enfrente tendrán tres compañeros, dos ya conocidos, como Griezmann y Lucas Hernández. El tercero, Lemar, llegará al vestuario rojiblanco tras el torneo.

MISTERIO EN EL ATAQUE

«Me gusta ir al fuego», sentenció el azulgrana Umtiti, consciente de lo que le espera a su selección. Francia subirá sus revoluciones. No quiere distraciones ante un rival que mantiene el misterio de Cavani, lesionado ante Portugal. El astro del PSG no sufre rotura en el gemelo, pero lo más probable es que no sea titular. Si espera en el banquillo el compañero de Luis Suárez sería Stuani, el delantero del Girona.

El técnico de la garrocha intentará contener a los hombres de Deschamps, el preparador galo que se ganó un punto de confianza tras los octavos pero que sigue sin gozar de excesiva popularidad. En los bleus solo faltará el sancionado Matuidi.

Griezmann espera dar un paso más en un Mundial discreto hasta el momento. Enfrente le espera su querido amigo Godín, el padrino de su hija pequeña. «Será muy especial, Diego es un gran amigo, estoy todos los días con él en el vestuario y fuera del campo», apuntó el jugador francés, que descartó fichar por el Barcelona para seguir en el Atlético. El central uruguayo fue clave en esa decisión.

Esos elogios del Principito a Uruguay fueron recibidos con enojo por Suárez, que apeló a la experiencia vital para patentar la exclusividad de la marca charrúa. No es nueva esa afición de Antoine Griezmann. Le viene desde su etapa en la Real Sociedad, en la que coincidió con el delantero Carlos Bueno. Gracias a él se aficionó al mate y a las costumbres uruguayas, hasta el punto de llevar durante mucho tiempo la bandera de ese país en su perfil de whatsapp.

SIN CONCESIONES

En el césped habrá poco tiempo para amistades. «Sé que Griezmann y sus compañeros uruguayos en Madrid se aprecian mucho. Que Antoine les conozca bien tiene ventajas y desventajas. Sabrá sus puntos débiles», aseguró Deschamps, que también respondió a la valoración de Suárez sobre el sentimiento charrúa de su estrella. «Me alegro de que Griezmann sea francés. No sé si tiene algo de uruguayo. Si es así, es positivo. Hará un enorme esfuerzo cuando el equipo no tenga el balón, como siempre lo ha hecho».

Los franceses esperan un duelo distinto al vivido contra Argentina. «Son perfiles diferentes, tendremos que ser pacientes y organizados. Le tengo un profundo respeto a Tabárez. Su labor es extraordinaria. Uruguay solo tiene 3,5 millones de habitantes y una selección increíble. Su agresividad viene en sus genes».

El Maestro, mientras, no quiso «entrar en los jueguitos de los periodistas»y no aclaró nada sobre Cavani. Tabárez elogió a Francia, a la que calificó como «su espejo» para progresar y volvió a apelar al lado emotivo: «Sabemos cuál es la realidad uruguaya y las limitaciones que tenemos, pero competimos de igual forma. Hay que ver cómo es el partido, nunca somos favoritos, pero siempre vamos desde atrás. Eso nos llena de orgullo», proclamó.