La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Serol-Ccc) ha aconsejado que los niños y niñas menores de cinco años no tomen las uvas en Nochevieja. Los médicos pretenden así evitar el posible riesgo de asfixia, ya que las uvas, junto a los frutos secos y los polvorones, son el alimento navideño que causa más problemas en este sentido.

"Las uvas, por su forma y textura, pueden obstruir las vías respiratorias y provocar una situación de peligro que puede llevar incluso a la muerte si no se actúa a tiempo", ha recordado el doctor Raimundo Gutiérrez Fonseca, secretario general de la Seorl-Ccc.

Además, los niños pequeños no son los únicos que pueden tener problemas al tomar las uvas. La Seorl-Ccc también advierte de los riesgos que corren los mayores de 65 años si deciden tomarlas.

La incidencia de asfixia en los mayores es incluso siete ves mayor que en los niños y, además, los problemas se acrecentan si padecen trastornos de deglución, como puede ser la disfagia.

"Para reducir el riesgo de aspiración lo aconsejable es quitarles la piel y las pepitas y cortarlas en varios trozos, de forma que sean más fáciles de digerir", ha aconsejado Gutiérrez Fonseca.