Entre días llenos de juguetes, compras de Papá Noel y regalos de última hora para el día de Reyes, la juguetería Bazar Martínez, regentada por Severo, uno de los tenderos más conocidos en el barrio Centro de Zaragoza, cerrará sus puertas el próximo 31 de enero tras celebrar sus últimas navidades, no tan buenas como esperaba a nivel de ventas, pero con el gusto de haber podido ofrecer juguetes a miles de personas durante 38 años.

En un día como hoy, las luces navideñas adornan el escaparate en la esquina de Bernardo Fita con Cortes de Aragón y las figuritas del Belén, expuestas en primera fila, siguen siendo demandadas, bien porque nunca es tarde para montarlo, o bien porque es necesario sustituir a algún rey que ha sufrido un percance durante estos días de alboroto familiar en casa.

Este año Severo no ha hecho un nuevo catálogo para promocionar sus juguetes y ha decidido pasar las navidades con todo lo que aún le queda en la tienda para que, cuando dentro de 28 días baje la persiana, la mudanza de todos esas cajas con muñecas Nancy, Nenucos, juegos de mesa y Legos, sea lo más pequeña posible porque, a pesar de que su hijo Gonzalo trabaja con él actualmente, no va a cumplir con la tercera generación que tenga una juguetería y tampoco cree que sea posible traspasar el negocio y que el Bazar Martínez continúe su andadura. Tener una juguetería en estos tiempos donde casi todo se compra por internet y existen grandes tiendas que tienen todo lo que los niños desean es un gran reto al que Severo ha hecho frente durante los últimos años pero asegura que «internet es la mayor competencia que tenemos ahora, más que las grandes superficies».

Después de tantos años en el negocio y de ser consciente como actualmente se intenta que todos los juguetes vayan destinados tanto a niños como a niñas sin que exista una distinción por sexos, Severo asegura que eso sigue pasando y que como mucho, «ahora las cocinitas sí que se comprar para los niños cuando antes no era así».

JUEGOS DE MESA

Como juguete que por mucho que pasen los años siguen sin faltar debajo del árbol de muchas casas están los Lego y los Playmobil, a diferencia de los juegos de mesa y los puzzle «que han sido sustituidos por las consolas», explica. A pesar de eso, el juego de estrategia llamado Catan, que habrá amenizado más de una sobremesa durante estas fechas, es un claro ejemplo de que todo vuelve debido a que «es un clásico que tiene más de 20 años» y que se ha vuelto a poner muy de moda en los últimos años.

Severo asegura que las Navidades no han ido muy bien porque aún le queda mucho en la tienda y los días fuertes «ya han pasado». A pesar de que todavía quedan dos días para la noche de Reyes explica que actualmente la gente «regala mucho más para Nochebuena porque los niños están de vacaciones y así pueden disfrutar de los regalos durante toda la semana». De la otra manera, Severo comenta que reciben los regalos y al día siguiente tienen que ir al colegio, algo que a los niños ya no les hace tanta ilusión y prefieren, por el contrario, coger la tradición del señor de rojo que baja por la chimenea por muy americana que sea. «Con diferencia, antes el día que más se facturaba era el día de Reyes», explica Severo.

Esta juguetería es un buen lugar para perderse durante un buen rato viendo juguetes con los que ya no has llegado a jugar o que por el contrario, marcaron tu infancia o incluso la de tus padres. Como una reliquia bien guardada, Severo enseña orgulloso un juguete que tiene 40 años. Son unas medias, calcetines o baberos de Nancy, Nenuco y de las Barriguitas. Complementos antiguos que se venden sobre todo a aquellas personas que las tenían de pequeñas y que por algún motivo no cuentan con ellas actualmente y las quieren mantener como entonces, con todas sus pertenencias. «Tenía unas 200 y ahora me quedan menos de 10 porque las puse a la venta a cinco euros y al día siguiente las vi en internet a 20», explica Severo, quien ve en el mundo on line un gran contrincante.