3Mercedes-Benz reeditó el mito en el año 2010. El alas de gaviota había vuelto, esta vez como SLS AMG. Ahora, cuatro años después, la firma alemana confirma el cese de su producción y para celebrar su despedida lanza una edición única, limitada a 350 unidades. El SLS AMG GT Final Edition, disponible con carrocería cupé y descapotable, es una variante del SLS AMG GT, la versión más potente de la gama.

Sesenta años después de que se lanzara el modelo originario, que estuvo a la venta desde 1954 a 1963, su reedición dice adiós con signos claros de pasar a la historia y convertirse en un clásico muy valorado como aquel. El SLS AMG GT Final Edition se diferencia del modelo del que deriva por detalles mecánicos y de diseño, además de por el precio, 26.000 euros mayor. Así, el SLS AMG GT Final Edition Coupé se puede adquirir en el mercado español desde 270.032 euros, mientras que el SLS AMG GT Final Edition Roadster (descapotable) se vende a partir de 280.332 euros.

Esta edición limitada del alas de gaviota contemporáneo se distingue por la presencia de un número mayor de piezas de fibra de carbono en su carrocería, del capó al alerón, además de por sus llantas y neumáticos específicos. Sí comparte con el SLS AMG GT el motor de gasolina V8 de 591 CV, algo más potente (20 caballos más) que el SLS AMG normal.

El SLS AMG GT Final Edition calca las prestaciones y consumos del SLS AMG GT, acelerando de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos, alcanzado una velocidad máxima de 320 km/h (limitada electrónicamente) y gastando de media 13,2 l/100 km. Ambos comparten una caja de cambios automática de doble embrague y siete velocidades (AMG Speedshift DCT 7) que, en el programa manual (M), es capaz de pasar de una marcha a otra más rápidamente que la transmisión SLS AMG normal, gracias a ciertos cambios en la gestión electrónica.

Esta versión entusiasma con su diseño purista, construcción ligera y un dinamismo de conducción superior. El aspecto más destacado del diseño son, sin duda alguna, las puertas de ala de gaviota. Estos elementos le confieren un carisma incomparable, reforzado por el capó de casi dos metros y el habitáculo bajo, ubicado en una posición muy atrasada.

Tanto el SLS AMG GT como el SLS AMG GT Final Edition cuentan con una suspensión AMG Ride Control Performance con unos muelles y unos amortiguadores más duros que los del SLS AMG, además de que únicamente permite elegir entre dos modos --Sport y Sport Plus-ya que se ha eliminado el programa Comfort.

Las diferencias entre ambas variantes SLS AMG GT afectan también al habitáculo, donde la edición especial incluye, en la consola central, una placa conmemorativa con la numeración del 1 al 350 en función de la unidad de que se trate. Un detalle que demuestra su aspecto exclusivo.

El tablero de instrumentos evoca la línea tensa del perfil de un ala, con cuatro llamativos difusores de ventilación con rasgos de reactor. En el habitáculo le esperan muchos otros detalles de equipamiento de alta calidad: asientos deportivos AMG con gran sujeción lateral y elevado confort , volante AMG Performance, AMG Drive Unit en la consola central y la palanca E-Select.

Ambos cuentan con tapicería específica con el logo GT en los respaldos. Pueden equipar todas las opciones disponibles en el SLS AMG, desde frenos cerámicos deportivos de alto rendimiento hasta unos asientos todavía más deportivos tipo baquet, pasando por una colección de piezas de fibra de carbono para la parte baja de la carrocería y los espejos retrovisores exteriores. También sobresale el AMG Performance Media, un dispositivo de acceso a internet y menús específicos, como mediciones de temperaturas, aceleraciones y tiempos en circuito. Todo para sacarle el máximo rendimiento a una edición de despedida de un deportivo que ya forma parte de la historia.