Parece realmente complicado mantener en la cresta de ola un modelo durante 20 años, durante dos décadas de éxito. Porque desde que apareció la primera Monster se convirtió en un icono de las motos naked, sin carenado. Ahora Ducati bebe de la fuente de la eterna juventud para lanzar una nueva generación de su modelo más popular.

La Monster 821 llega cargada de buenos argumentos que tal vez la conviertan en la mejor Monster de a historia. La primera razón de peso es la elección del propulsor. Ducati adopta el bicilíndrico con refrigeración líquida, el mismo que impulsa a la Hypermotard e Hyperstrada de 112 CV que tan buen resultado está dando. Además cuenta con una versión limitada a 48 CV para los que acceden por primera vez a la moto grande.

ELECTRÓNICA

La proliferación de las ayudas electrónicas es otro atractivo a tener en cuenta. La Monster 821 ofrece la posibilidad de elegir entre tres modos de conducción, como son el Sport, Touring y Urban. En los dos primeros varían la entrega de potencia, más contundente en Sport, y en Urban se rebaja a 75 CV.

El control de tracción es regulable en ocho posiciones y el ABS en tres. La Monster 821 es divertida desde el primer momento, con un dinamismo impecable.