Las ayudas del gobierno al sector del motor en Italia, monopolizado por la exFiat, se concretan en el aval de un solo préstamo a FCA (Fiat-Chrysler) de 6.500 millones de euros, que concederá el banco Intesa San Paolo por tres años. La sociedad pública Sace avalará el 80% del mismo y el gobierno, en un acuerdo transversal con la industria y los sindicatos, ha establecido las condiciones.

Según el ministro de Economía, Roberto Gualtieri, «FCA se ha comprometido a mantener todas las inversiones en Italia, ha garantizado el (actual) plan de ocupación y ha aceptado no deslocalizar la producción». FCA, con sede legal en Holanda y fiscal en Londres, los 6.500 millones de euros serán utilizados para garantizar, tras dos meses de paro total de las plantas, los sueldos de los 53.400 empleados de FCA y las facturas de los proveedores de las industrias auxiliares, con unos 400.000 empleados.

A parte de la sede fiscal fuera de Italia, la cuestión más polémica sobre el aval a FCA es el dividendo de unos 5.500 millones que producirá la fusión, prevista para 2021, con PSA. Gobierno y sindicatos creen que «el dividendo no debería ser repartido antes de tres años, es decir cuando caduque el aval del Estado».

A nivel de apoyo a particulares, está estudiando ofrecer 4.000 euros de ayudas a la compra de vehículos, incluyendo los de combustión (diésel y gasolina) para modelos Euro6 con achatarramiento de vehículo de 10 años o más. El paquete de 250 millones de euros estaría incluido en un plan de apoyo industrial que se aprobará en julio.