La máxima de renovarse o morir es todavía más extrema si cabe en el mundo del automóvil. Los diferentes modelos se actualizan casi cada año. A lo largo del ciclo de vida, al menos una vez toca una puesta al día más o menos profunda. Eso es lo que les ha pasado a los dos modelos todocamino o SUV de Mini. El Mini Countryman y el Mini Paceman han sido sometidos a un lavado de cara, que les confiere una imagen más cercana al nuevo Mini 3p, además de incluir variaciones en los motores y el equipamiento.
Los nuevos Mini Countryman y el Mini Paceman ya están en los concesionarios. Mantienen su diseño próximo a los todoterrenos, con una caída del techo más pronunciada en el caso del Paceman. Se diferencian también por el número de plazas, cinco en el Countryman y cuatro en el Paceman, y por el número de puertas, cinco y tres, respectivamente. Por lo demás son casi idénticos.
Las variaciones estéticas con respecto a los primeros Countryman y Paceman, del 2010 y el 2013, respectivamente, afectan al frontal, la trasera, la gama de llantas de aleación y los colores disponibles para la carrocería. Esta, en todo su contorno, puede tener unas protecciones de plástico negras, de serie o en opción en función de la versión. Otra novedad son los faros antiniebla, que pueden ser de leds. Si se opta por ellos, realizan también la función de luz diurna y luz de posición.
En la gama de motores hay cuatro versiones de gasolina --One (98 CV), Cooper (122 CV), Cooper S (190 CV) y John Cooper Works (218 CV)-- y tres diésel --One D (90 CV), Cooper D (112 CV) y Cooper SD (143 CV)--. Todos los propulsores son comunes para Countryman y Paceman, salvo el del One de 98 CV solo disponible en el Countryman. Son motores idénticos a los que montaban los modelos anteriores, salvo el de la versión Cooper S (190 CV), que antes era 6 CV menos potente.
Mini ha trabajado para mejorar el consumo de todas las variantes de las gamas Countryman y Paceman, logrando una rebaja en el gasto de carburante de 0,1 a 0,3 l/100 km. Hay versiones de tracción delantera y de tracción total (ALL4), así como dos tipos de cajas de cambios: manual o automática de seis velocidades.
El sistema ALL4 de Mini manda normalmente todo el par motor a las ruedas delanteras. En caso de detectar pérdidas de tracción, un embrague multidisco modifica ese reparto del par, eligiendo automáticamente la mejor configuración en cada caso para garantizar el mayor avance.
En total, teniendo en cuenta motor, transmisión y sistema de tracción, Mini pone a disposición de sus clientes 21 versiones diferentes del Countryman y 18 del Paceman. Una amplia paleta entre la que elegir en caso de querer ser propietario de uno de los SUV de menor tamaño con mayores opciones de personalización. Una característica de toda la gama Mini, que ahora tiene, aún si cabe, un mayor aire de familia entre sus diferentes miembros.
