Mercedes ha sometido al CLS Coupé de cuatro puertas y al CLS Shooting Brake de cinco a una profunda renovación para seguir dotándole de lujo y deportividad. Ambas versiones estrenan un frontal de rasgos más acusados y un interior con numerosos detalles nuevos elaborados de forma artesanal. Además, la marca de la estrella pone en la carretera una serie de innovaciones técnicas de carácter modélico.

Con el CLS, Mercedes creó hace 10 años el segmento de los cupés de cuatro puertas, lo que le permitió revalidar su liderazgo en el diseño de automóviles. Con la nueva actualización, el modelo alemán supera la elegancia y el dinamismo de un cupé con el confort y la funcionalidad de una berlina. El CLS, por su parte, es una variante singular de un automóvil deportivo, con cinco plazas y un portón trasero de grandes dimensiones.

Del CLS destaca su capó alargado, la esbelta silueta de las ventanillas con lunas sin marco, y un techo de línea dinámica inclinado hacia la parte posterior. Los innovadores faros Mutibeam Led aportan una nueva dimensión a la tecnología de alumbrado. En la vanguardia tecnológica se sitúan también el cambio automático de nueve velocidades 9G-Tronic, los nuevos y potentes motores, los sistemas de seguridad y de asistencia a la conducción inteligentemente interconectados y un avanzado sistema multimedia con acceso a internet.

Con este nuevo paso adelante en el CLS, Mercedes ofrece una oferta de cinco motores. Tres son diésel, bajo las versiones CLS 220 BlueTec (de 170 CV), el CLS 250 BlueTec (204 CV) y el CLS 350 BlueTec (258 CV), y dos de gasolina, el CLS 400 (333 CV) y el CLS 500 (408 CV). Todas las versiones llevan tracción en las ruedas traseras, aunque pueden ir con tracción total (4Matic), salvo el motor diésel menos potente. El nuevo CLS se venderá en septiembre.