Todo comenzó a mediados de los años 50 en un restaurante de la Costa Azul, donde Alec Issigoni, jefe de diseño de British Motor Company (BMC) dibujó sobre una servilleta el primer boceto de lo que, finalmente, sería el Mini. Hoy, 55 años más tarde, la marca muestra en el Salón del Automóvil de París las garras del nuevo Mini de cinco puertas.

Issigoni había recibido el encargo del presidente de la BMC, Leonard Lord, que ante la primera crisis del petróleo retó a su empleado a desarrollar un coche lo más pequeño posible, con un habitáculo para cuatro ocupantes, de bajo consumo, divertido de conducir y a un precio contenido.

BMC dio el visto bueno al proyecto de Issigonis y, finalmente, el 26 de agosto de 1959 fue presentado oficialmente el Mini (Mini Mark I). Se desveló en dos versiones prácticamente idénticas, pero con leves matices en lo que a diseño de parrilla frontal y llantas y colores de la carrocería se refiere. Se trataba del Morris Mini Minor y el Austin Seven. Sus características principales eran 3,05 metros de longitud, 1,41 metros de anchura y 1,35 metros de altura, con un motor de gasolina de 848 centímetros cúbicos y 34 caballos de potencia. A pesar de sus contenidas dimensiones, ofrecía 195 litros de maletero. El precio fue de 496 libras, unos 600 euros.

En 1960 llegó una versión de mayor tamaño, el Mini Van, también con dos variantes diferentes: el Morris Mini Traveller y el Austin Seven Countryman. Un año después se presentaron el Mini Pick up y el Mini Cooper, la primera versión deportiva. Llevaba un motor de 1,0 litros de cilindrada y 55 CV. Al poco tiempo se dio a conocer uno de los Mini más minimalistas, nunca mejor dicho, de su historia, el Mini Moke. Era una variante todoterreno desprovista de puertas y, en algunos casos, hasta techo, con la sola presencia de una capota de tela.

Hasta 1967 no llegarían las primeras modificaciones de cierta relevancia. El Mini Mark II pasa a tener un motor de 998 centímetros cúbicos y 38 CV. El Mini Clubman se presentó a finales de los años 60, en 1969. Tenía una carrocería 11 centímetros mayor. Aquel año llegó la tercera generación (Mini Mark III), con novedades como el Mini Estate, la versión familiar que reemplazó al Morris Mini Traveller y el Austin Seven Countryman, y el cese de producción del deportivo Mini Cooper. El Mini más potente pasa a ser el Mini 1275 GT (59 CV).

La década de los 70 fue la época de nuevas ediciones especiales del Mini, pero no hubo versiones nuevas propiamente dichas. A principios de los 80 dejó de fabricarse el Mini Clubman, el Mini Estate y el Mini Van, de 1980 a 1983, de forma que solo se comercializaba el Classic Mini con motor un litro y 40 caballos. Ya en 1990 se produjo otro hito histórico en la vida de este mito de la automoción: el regreso del Mini Cooper, con motor de 1,3 litros y 68 CV. Dos años después, en 1992, el motor de 1.000 cc. es sustituido por uno de 1,3 litros y llega el último Classic Mini.

CON ROVER

De 1993 a 1996, Rover Group estuvo en posesión de la licencia de fabricación del Mini. En 1994, Rover Group pasó a manos de BMW que prolongó la producción del Classic Mini hasta el 2000. Años antes ya había decidido que este icono del mundo del automóvil merecía un renacimiento a la altura de su historia. La llegada al mercado se produjo en el 2001.

Con un tamaño mayor pero una imagen similar, claramente inspirada en aquel, el Mini moderno respetó la base del clásico: tracción delantera, motor delantero en posición transversal, espacio para cuatro ocupantes y voladizos muy cortos. Además, como guiño a su tradición, BMW respetó también sus orígenes, manteniendo su fabricación en Oxford (Inglaterra).

Del 2000 al 2014, el nuevo Mini fue ampliando sus versiones, tanto de motores como de carrocerías. Uno de sus momentos históricos se produjo en el 2003 con la llegada de la primera variante diésel, el Mini One D, a la que poco después le siguió el Mini Cooper D. Este año, coincidiendo como su 55° aniversario, llegó la segunda generación del nuevo Mini, de mayor tamaño, con más espacio en el habitáculo y el maletero, motores de mayor eficiencia y más equipamiento.

Hoy día, la familia es más numerosa y diversa que nunca, con ocho modelos diferentes: Mini, Mini 5p, Mini Clubman, Mini Coupé, Mini Cabrio, Mini Roadster, Mini Paceman y Mini Countryman. Cincuenta y cinco años después de su nacimiento hay un Mini para cada necesidad. Y no paran. El último de la saga es protagonista estos días en París.