Soñar es gratis, y en Seat llevan muchos años haciéndolo en un modelo concreto: un descapotable. Por lo que sabemos ese idilio con Morfeo seguirá existiendo una temporadita más, ya que desde la marca no quieren dar rienda suelta a sus deseos y por el momento no darán salida a la propuesta presentada hace unos días en el Wörthersee, en Austria.

Estamos hablando del Seat Ibiza Cupster, un descapotable desarrollado en el Centro Técnico de Martorell por la escuela de aprendices de la firma española, que viene a demostrar la capacidad enorme de creación de sus diseñadores. Un equipo de 60 personas han trabajado durante 5.000 horas (en cuatro meses) para crear esta ilusión pasional que invita a pensar: ¿Por qué no?

30° aniversario

El Cupster llega en un momento ideal para el Ibiza, ya que este año se celebran los 30 años del modelo compacto. Este descapotable biplaza convierte el parabrisas delantero en una tira envolventede cristal por todo el habitáculo. La posición de conducción es 80 milímetros más baja que en el Ibiza de serie.

Se presenta con un color naranja y monta unas llantas de 18 pulgadas de bella factura. El interior es de color gris oscuro y se basa en el diseño de los modelos Ibiza SC Trophy. El volante está tapizado en cuero y monta asientos de competición tapizados en alcántara.

Bajo el capó se apuesta por un propulsor de 1.4 litros TSi que ofrece 180 CV de potencia, como el del Seat Cupra. En el caso de aparecer finalmente como coche de serie, montaría también un cambio automático DSG de doble embrague y seis velocidades. Desde la marca española continúan insistiendo en que no es un proyecto que esté en la lista de producción inmediata de la planta de Seat en España. Pero, visto el éxito y la aceptación del modelo en la feria austriaca de túning de marca no nos extrañaría que algún presidente con Autoemoción, lema de Seat, se atreviera a dar luz verde a este proyecto soñador, pero sumamente atractivo.

Durante la creación de este prototipo, el Centro Técnico de Seat ha realizado un trabajo artesanal. "Para fabricar un prototipo se necesitan manos de pianista". Así lo afirma Marc Guerrero, uno de los especialistas que han participado en la fabricación del Ibiza Cupster, un prototipo donde no todo ha sido robótica sino que detrás hay mucha labor manual en cada una de las fases de producción.

"Antes de cortar el techo hemos tenido que reforzar todos los laterales para luego ir cortando y aplanarlo con un radial y después ir soldando. La tecnología está a nuestro servicio pero hay una parte de trabajo artesanal que ninguna máquina o robot puede sustituir", reconoce Guerrero.

Ante la mirada de los aprendices, este operario con cerca de 40 años en el sector, explica que a la hora de fabricar un vehículo así, "el taller es como un quirófano". "Aunque el láser y la tecnología son nuestros grandes aliados, al final lo que cuenta son las manos del cirujano" para lograr el éxito de la operación. Desde el centro se insiste en que la fabricación de un prototipo no tiene nada que ver con un vehículo de serie, puesto que el coche casi se fabrica pieza a pieza y hay partes que se hacen manualmente.

Seat desvela así una interpretación completamente nueva de su modelo más popular: el Ibiza, "un coche dinámico con un diseño atractivo, unas buenas aptitudes para el día a día y una excelente relación calidad/precio", afirma el presidente de Seat, Jurgen Stackmann. "Gracias a su clara línea de perfil, robustas proporciones y baja posición de los asientos, el Cupster encarna a la perfección los valores de la marca. Es por su diseño y carácter deportivo, la máxima expresión del Ibiza", admite el vicepresidente ejecutivo de I+D de Seat, Matthias Rabe.

Durante la creación de este prototipo, el Centro Técnico de Seat ha realizado un trabajo artesanal. "Para fabricar un prototipo se necesitan manos de pianista". Así lo afirma Marc Guerrero, uno de los especialistas que han participado en la fabricación del Ibiza Cupster, un prototipo donde no todo ha sido robótica sino que detrás hay mucha labor manual en cada una de las fases de producción.

"Antes de cortar el techo hemos tenido que reforzar todos los laterales para luego ir cortando y aplanarlo con un radial y después ir soldando. La tecnología está a nuestro servicio pero hay una parte de trabajo artesanal que ninguna máquina o robot puede sustituir", reconoce Guerrero.

Ante la mirada de los aprendices, este operario con cerca de 40 años en el sector, explica que a la hora de fabricar un vehículo así, "el taller es como un quirófano". "Aunque el láser y la tecnología son nuestros grandes aliados, al final lo que cuenta son las manos del cirujano" para lograr el éxito de la operación. Desde el centro se insiste en que la fabricación de un prototipo no tiene nada que ver con un vehículo de serie, puesto que el coche casi se fabrica pieza a pieza y hay partes que se hacen manualmente.

Seat desvela así una interpretación completamente nueva de su modelo más popular: el Ibiza, "un coche dinámico con un diseño atractivo, unas buenas aptitudes para el día a día y una excelente relación calidad/precio", afirma el presidente de Seat, Jurgen Stackmann. "Gracias a su clara línea de perfil, robustas proporciones y baja posición de los asientos, el Cupster encarna a la perfección los valores de la marca. Es por su diseño y carácter deportivo, la máxima expresión del Ibiza", admite el vicepresidente ejecutivo de I+D de Seat, Matthias Rabe.