Con 41 años Víctor Lapeña sigue sumando logros en su brillante carrera deportiva como entrenador de baloncesto. Ya lleva 16 desde que se inició como segundo técnico del Stadium Casablanca de la Liga EBA. Después llegó su especialización en mujeres con el Ibiza, al que siguió Extrugasa, La Seu y su primera época con el Mann Filter. Con el Perfumerías Avenida ganó la Liga, la Copa y disputó la Eurocup. Hace dos años inició su segunda etapa en Stadium Casablanca.

Con la selección ya ha conquistado 11 metales en todas las categorías. Pero falta la muesca más importante en su historial. España nunca ha logrado un metal en unos Juegos. El segundo de Lucas Mondelo está más cerca que nunca en Río. "Creemos que podemos estar en el podio. Nunca jamás se ha conseguido en el baloncesto femenino. Es el mejor equipo de la historia, comparable al del Mundial de Turquía. Xargay, Torrens, Cruz y Nicolls han alcanzado su madurez. Estamos en un gran estado de forma", explica Lapeña.

No duda al elegir cúal de las once chapas con las diferentes selecciones escoge Lapeña. "Es difícil elegir una. Hace dos años estuvimos a punto de ganar a Estados Unidos en el Mundial U-17 y me da un poco de rabia. Debería haber sido oro porque era el momento de ganar a las norteamericanas. Pero me quedo con la medalla de oro del 2013 en el Europeo absoluto en Francia delante de 5.000 espectadores y con la despedida del equipo de Elisa Aguilar y Amaya Valdemoro".

Los favoritos

Salvo sorpresa, el oro ya está adjudicado a Estados Unidos en los Juegos de Río. "Australia vendrá con todas las estrellas que no fueron a Turquía. También lucharán por los metales Francia, Brasil y Serbia, que es la campeona de Europa. El oro, salvo que lo impidamos nosotros, y haya una alineación de planetas, será para Estados Unidos. En chicos hay una posibilidad de lucha, pero en chicas vienen con todas las estrellas", afirma Lapeña.

El problema de última hora ha sido la lesión de Sancho Lytle, la figura del equipo nacional. "No hay una igual en casi ningún equipo. Es determinante a todos los niveles, pero ha venido Astou NIDour, que ya estuvo en el preolímpico. Habrá que cambiar ciertas cosas de la táctica del equipo y saber adaptarte a los rivales de manera diferente", reconoce el zaragozano.

Para Lapeña son sus segundos Juegos. Los primeros los vivió también de segundo con Evaristo Pérez como técnico principal. "Desde el 2008 hasta aquí me han pasado muchas cosas. A nivel personal me he asentado y veo la vida con otras perspectivas. Lo afronto con más calma y más madurez. Tengo a tres niños Marta y unos mellizos, Bruno y Ana. A nivel deportivo estoy en el Stadium sacando jugadoras de la cantera zaragozana. Estoy en un momento en mi vida muy agradable y espero que dure mucho. Soy una persona que no ansía ganar el máximo dinero posible. Prefiero tener una vida sencilla", reconoce.

Nunca se borrará de la retina de sus ojos un momento para el recuerdo en China. "Me quedo con la final de España con Estados Unidos. Estaba detrás de una de las canastas. Aquel partido fue espectacular. Compartimos apartamento con Aíto García Reneses, Evaristo Pérez...", apunta.

Siete jugadores aragoneses han disputado los Juegos en toda su historia. Carlos Peruga debuta en Río como árbitro y Lapeña vuelve a repetir como segundo del equipo femenino. "Los jugadores son los protagonistas número uno. El deportista tiene el cuerpo preparado para competir y nosotros usamos mas la mente. Nuestras horas de trabajo son más psicológicas. Pero lo disfrutaré de la misma manera, sabiendo que mi relevancia no es igual que las jugadoras", explica.

Lapeña ha sabido extraer sabiduría baloncestistica de muchas fuentes. Aunque reconoce que una gran fuente de inspiración ha sido la de Sito Alonso. "Con quien me he relacionado es con Sito Alonso, un amigo con el que he compartido experiencias en baloncesto. Pero he sido muy autodidacta". Lapeña ha sabido sacar lo máximo de equipos muy limitados técnicamente. "Nunca he tenido un superequipo. Allí donde voy, lo intento exprimir al máximo. Hacer funcionar un buen equipo es difícil y también hacerlo campeón. Hay que estudiar mucho las cosas y escuchar a los jugadores. Tengo alrededor de mí muy buenos colaboradores que me hacen ver una visión diferente", explica.