Creo que a estas fechas todos los españoles, incluidos todavía los catalanes, estamos convencidos que nos encontramos ante un importante problema y también debo afirmar que podemos reunir un voluminoso catálogo de opiniones distintas a este respecto, de soluciones, algunas menos y de eso se trata, lo que denomino 2 de octubre y siguientes, porque está bien reflexionar, el cómo hemos llegado hasta aquí, cómo se reparte la culpabilidad del momento y quién tiene o tenemos la razón de lo que se dice, deberíamos también pensar que esta se contiene siempre en una verdad y en muy raras ocasiones es objetiva, por todo ello, considero que visto esto así, estamos ante el mismo atolladero del inicio del conflicto, que por otra parte también aquí hay pareceres al respecto, los hay que lo llevan hasta 1641 con el cardenal Richelieu, pero creo que esto ya tiene poca importancia en el momento actual.

Me voy a permitir partir de una afirmación, que por muy universal no deberíamos poner en duda; la democracia para dotarla de la mejor manera de funcionamiento, debe estar respaldada siempre en el estado de derecho, es fundamental que exista el principio de la voluntad popular basada en la voz del ciudadano, pero deben existir unas normas que configuren el modelo de sociedad, porque de lo contrario estaríamos hablando de un sistema anárquico, que poco tiene que ver con la democracia, dónde las mayorías priman en los desarrollos, pero se hace contemplando y respetando a las minorías.

A partir de aquí, también creo aceptable, que las normas no son eternas, y que los ciudadanos a través de sus representantes pueden cambiarlas, total o parcialmente, consiguiendo con ello, que estos se vean bien recogidos en ellas, pues la convivencia en la sociedad, siempre debe tener unas reglas que permitan hacerla fácil y cómoda para todos.

¿Qué nos ha sucedido con el problema, no solo catalán, sino de todo el conjunto? Primero, que hemos repartido competencias, como cuando en un desfile se tiran caramelos a los asistentes, hay quienes cogen muchos y otros nada, un resultado injusto y es que para que exista un principio de equilibrio, se deben valorar los posibles resultados finales y en base a ello llevar a cabo ese reparto, profundizando en lo más vertebrador y con vistas a un largo futuro.

Segundo, que cada parte ha interpretado la voluntad popular según sus propias razones u objetivos, y esto es una forma de tratarlo muy mezquina, pues prostituye el valor de la voz de los ciudadanos, llevándola a intentar hacer oficial lo que solo son fines particulares.

Tercero, que nadie puede concluir que el 1 de octubre habrá un vencedor y aquí se termina todo el problema, pues a costa de pecar de abuso de afirmaciones, digo que el resultado será un perdedor total y que todos estaremos insatisfechos con el final acontecido, las partes se declararán ganadoras por la política del avestruz y lo que es peor, habremos generado bandos que luego habrá que esforzarse para volverlos a unir.

Pues bien, en una nueva afirmación, les digo que España, este país de 17 comunidades, nacionalidades o más aceptado cuarenta y seis millones de personas, que eso somos, es un lugar dónde, con los matices que le queramos poner, se vive bien, no solo en las necesidades físicas, también en las libertades y derechos/responsabilidades, es difícil encontrar otro que lo mejore y por tanto la pregunta es, ¿qué prima por encima de todo, las personas o los territorios?, ¿qué cambia a un ciudadano en su vida con independencia o si ella?, territorial me refiero.

Debemos pues hablar solo del 2 de octubre, trabajar para encontrar un marco legal en el que todos, nos encontremos satisfechos, con el que avancemos como sociedad y no perdamos el tiempo en cuestiones que a nadie benefician, empecemos a demostrar que somos capaces de gestionar lo que recibimos de 1978 y ofrecer algo mejor a las próximas generaciones.

Creo que vivir en un país de régimen federal, puede ser una salida buena y suficiente para todos y algo que debe considerarse fundamental, conseguir de una vez por todas un Senado como Cámara de entendimiento de todos los territorios que conformamos este país España, qué término más bonito y apropiado ¡territorio! De personas que luchan cada día por serlo.

Hagamos del día 2 de octubre un día alegre y con futuro.

*Presidente de Aragón Exterior