El diseño de la Ofrenda de Flores que ideó el cineasta Bigas Luna para las Fiestas del Pilar supuso un revulsivo y la actualización de un acto al que costaba acceder en su antigua ubicación. Ganó, además de agilidad y de número departicipantes, una exhibición con mayor visibilidad del resultado de la ofrenda. Aquella iniciativa lleva ya dos décadas en funcionamiento y se plantean mejoras. Un acto con semejante atracción debe ser mimado.