La rotura de la tubería de Malpica ha puesto de manifiesto que hay determinados tramos de la red que son tan estratégicos como los que pueden abastecer a un complejo hospitalario, por poner un ejemplo. Y que eso significa que no debe agotarse la vida útil de la infraestructura sin mediar controles. Desde el viernes llevan sin agua varios miles de vecinos y, ahora con dos incidencias nuevas no previstas, un centenar de empresas del polígono han tenido que suspender la producción. Si la tubería en cuestión data de los años 70 es que ningún gobierno o técnico municipal supo ver la importancia de su deterioro. Y eso que en 40 años algo habrá crecido el polígono y la población del entorno.