Aragón presentó ayer la nueva estrategia frente al cambio climático, un plan que aspira, en el horizonte del 2030, reducir hasta en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero (respecto a 1990) y un 26% las difusas (las que no entran en un marco regulado). La DGA desarrollará este plan mediante 152 acciones concretas, aunque desde los grupos parlamentarios reclaman precisamente más concreción. Es evidente la necesidad de planificar cómo se afronta la lucha contra el cambio climático desde todas las administraciones y el plan presentado debe ser un marco que tendrá que aplicarse de forma directa sobre las actividades que contaminan. Las reguladas y las que todavía no lo están.