En pocos días, el nuevo Gobierno ha abordado la mayoría de los grandes temas de su agenda. En política exterior, Zapatero ha completado la orden de retirar las tropas de Irak y ha iniciado el giro europeísta con sendas visitas a Schröder y Chirac, sin olvidar la prioridad de acercarse también a Rabat.

En temas de interior, el equipo socialista ha puesto en marcha los cambios en RTVE, ha paralizado lo que aún no había entrado en vigor de la contrarreforma educativa del PP, frena el PHN y conversa con las autonomías sobre el reaprovechamiento del agua existente, y ha fijado sus pautas para reducir con más eficacia la violencia doméstica.

Otras cuestiones interesantes: el Congreso ya funciona con otras maneras, y se detecta una etapa con más estrecha sintonía entre Moncloa y Zarzuela. Por lo que se refiere a los problemas que requieren desbloqueo a través de diálogo, el ministro de Administraciones Públicas ha visitado al lendakari Ibarretxe. Y han empezado a cruzarse argumentos sobre la financiación autonómica, sus carencias y el calendario de la negociación, entre Madrid y Barcelona, con la reforma estatutaria como telón de fondo. El acelerón general es visible y responde a lo prometido.