Aramón, la sociedad de la nieve formada por Ibercaja y DGA, debe dar una respuesta inmediata y urgente ante los problemas geológicos denunciados por los ecologistas en la ampliación de la estación de Formigal. La intervención planteada en las pistas es muy ambiciosa, y entraba dentro de lo probable que se produjeran incidencias, al tratarse de una zona sensible. Ahora bien, a la vista del informe del Colegio Oficial de Geólogos urge una explicación sobre el impacto que las obras pueden estar causando en las laderas de Formigal y sobre las medidas a tomar para aminorar eventuales riesgos. Hasta ahora, la empresa que preside Francisco Bono ha acreditado el riguroso cumplimiento de la normativa, pero ante esta denuncia pública tiene que explicar con detalle la solución a los contratiempos detectados sobre el terreno. La apuesta por modernizar las instalaciones turísticas aragonesas ha de quedar fuera de cualquier sospecha ambiental.