Por una cuestión de tiempo y plazos, el Ayuntamiento de Zaragoza va a confiar la remodelación de La Romareda al Real Zaragoza. No es habitual que sea el inquilino quien se encargue las obras y las dirija si es el casero quien va a correr con los gastos. Pero en el caso del estadio de fútbol hay que alterar los factores para que pueda estar disponible el 22 de agosto, fecha del primer partido de la Supercopa que ha de enfrentar al Zaragoza con el Valencia. El coste de la remodelación --1,5 millones de euros-- obliga a hacer un concurso y a cumplir una serie de trámites administrativos que emplearían estos dos meses sólo en estampar los sellos en los impresos de solicitud de las licencias. Sólo así se entiende el procedimiento de urgencia que ha tenido que utilizar el ayuntamiento para no probar su propia medicina : la de la lentitud administrativa que impediría a todas luces que el campo de fútbol estuviera disponible para el primer partido.