Francia ha dado marcha atrás y permitirá el paso de vehículos pesados por el paso de Portalet. La medida alivia la situación de las empresas y los viajeros situados a ambos lados de la frontera pero no soluciona el problema mientras Somport siga cerrado a camiones. Los vecinos del norte no muestran interés en mejorar los pasos fronterizos por el Pirineo central, y solo una negociación entre España y Francia podría cambiar tal cerrazón. La próxima cumbre debería abordar esta necesidad. De no ser así, la situación será cada vez peor, y la internacionalización de las manufacturas aragonesas será más complicada por el aumento de costes para acercarlas a los mercados europeos. La presidenta Rudi debería aplicarse para que la comunicación transfronteriza entre en la agenda de prioridades de Rajoy para la próxima cumbre.