El nuevo Acuerdo Económico y Social suscrito el jueves por el Gobierno de Aragón, los sindicatos CCOO y UGT y las organizaciones empresariales CREA y Cepyme constituye un paso más para crear un clima de consenso estratégico en la comunidad autónoma. La potenciación del empleo estable de calidad y la promoción de empresas implicadas en las nuevas tecnologías y el desarrollo sostenible, así como las políticas activas de apoyo a los grupos laborales más desfavorecidos, apuntan hacia un horizonte económico más halagüeño para todos y más justo. A ello se van a dedicar nada menos que 175 millones de euros del presupuesto de la DGA para este año.

Pero la importancia del acuerdo no debe hacernos olvidar que la realidad del día a día sigue siendo problemática. Si las autoridades laborales (autonómicas) pueden presumir de haber reducido la siniestralidad laboral en un 30%, los recientes y mortíferos accidentes demuestran que todavía queda mucho camino por recorrer.

Aragón está siendo pionero en materia de pactos sociales. Justo es reconocer tanto al Gobierno regional como a sindicatos y patronales su esfuerzo y su voluntad de diálogo. Así se hace país.