La Comisión del Agua alcanzó ayer por amplísima mayoría un acuerdo para que finalmente el recrecimiento de Yesa se lleve a cabo sólo hasta la llamada cota intermedia . Fuera de este consenso se quedan dos de los cinco municipios afectados por la obra, las asociaciones que agrupan a afectados por grandes embalses, los expertos universitarios y CHA. Sin embargo el volumen de los que han aceptado el nuevo compromiso es muy superior (el ochenta por ciento de la Comisión) por lo que su decisión común resulta insoslayable. Además ya es hora de empezar a poner orden en las propuestas hidráulicas y de presentar a la actual Administración central un programa de obras coherente.

Reconsiderar el Pacto del Agua del 92, que jamás se llevó a efecto, requiere que todas las partes involucradas hagan concesiones. A partir de ahí llega la hora de que las alternativas acordadas cobren un impulso real que nunca se dio en los últimos doce años. Las regulaciones pendientes deben ser puestas en marcha ya. Con debate previo, con acuerdos mayoritarios, con la participación de todos, con las debidas compensaciones a los afectados, con el estricto cumplimiento de las normas... pero sin dilaciones injustificables. Ya hay acuerdo sobre Yesa. Cúmplase.