Cuando sucede un problema, lo habitual es que lo hayan producido las partes que concurren en él, por supuesto también es normal que alguna de ellas, tenga más culpa que otra, pero los errores o las intenciones para generarlo siempre tienen un cierto reparto y lo mismo sucede con las soluciones que se generan de un lado y otro, para resolver el conflicto, lo primero es reconocer todo esto, también es necesario que, a sabiendas que ninguno va a obtener el total de sus intereses, inicien un acercamiento que como principio fundamental tenga la garantía de un resultado final que se producirá sin vencedores ni vencidos.

Desde este principio, es básico reconocer la existencia de una demanda hecha por un territorio del estado español y que para poder entenderla debe hacerse en el ámbito de la legalidad existente, si esta es la mesa a la que se deben sentar, es muy posible que se llegue a un acuerdo final.

Es evidente que la democracia no es un modelo que se pueda enganchar de un solo eslabón, es un conjunto de condiciones que se deben conectar unos con otros; que los ciudadanos voten, no es garantía de nada, con Franco se votaba, en Cuba se vota y no podemos decir que esto defina una democracia; que un territorio exija realizar una acción sobre su autodeterminación a la independencia, sin estar contemplado en las normas vigentes, es provocar una ruptura social doble , de ese territorio con el resto y dentro del mismo; en definitiva, la democracia es un todo que se complementa con la voluntad de los ciudadanos, el respeto a la legalidad que ellos mismos se han dado y el respeto a la libertad de los ciudadanos, si se quiere usar solo uno de los elementos, les puedo afirmar que el resultado no es democrático.

Creo que es preciso entender que las sociedades van evolucionando en sí mismas y que cuando las normas se quedan anuladas en lo que es pasado, ese desequilibrio produce tensiones sociales que sin mover los instrumentos, es difícil corregirlas, por tanto, asumir esas disfunciones para buscar sus soluciones es lo necesario para que los ciudadanos se vean reconocidos en esa sociedad.

Nunca las visiones unidireccionales dan resultado, pues se pierde la perspectiva y margina a una parte de la totalidad y esto tampoco es democracia y se acerca de forma muy peligrosa a dictadura y espero que ese no sea el objetivo que desean alcanzar con su independencia, solo de un grupo, por supuesto.

Y ante todo, cuando se decide defender esa posición, no debe hacerse con negatividad y mentiras, porque manifestar que la otra parte, el estado español, es autoritario, coarta las libertades de los ciudadanos, lo define ideológicamente como fascistas y otros improperios perversos, todo esto los retrata a ellos mismos; no hay nada que en el funcionamiento de cualquier sociedad, aun siendo nada más que dos individuos, sea posible sin el respeto a un modelo de convivencia y aquí en España está bien representado por la Constitución, sus leyes que la desarrollan y en relación a las comunidades autónomas, sus estatutos, pues todo esto lo han marginado de manera unilateral y así no hay camino posible a recorrer.

Existe un dicho que nos aclara que no se puede poner el carro por delante de los caballos, está claro que así no se avanza y lo que es peor, se retrocede y esto lo manifiesto porque el dar prioridad principal al territorio por encima de las personas es volver a las épocas en los que los reyes y los nobles, hacían luchar a los ciudadanos para tener ellos más territorios, ¿qué ganaban las personas, en qué les cambiaba la vida? Pues es fácil, tenían que pagar más impuestos para mantener lo que los señores habían ganado.

En definitiva, el final de todo esto, se pronostica un tanto rasposo; lo primero que sucederá que aquellos ciudadanos que se hayan ilusionado con esa virtual independencia, quedarán deprimidos al verse abandonados; que el coste económico para todos, deberemos volver a realizar un esfuerzo para recuperarlo; que la ruptura social que se haya producido, costará mucho el recuperar el entendimiento y por supuesto que la imagen que una vez más hayamos dado al exterior, no favorece a nadie.

Estamos en un modelo de globalidad de comunicación y entendimiento, no les demos la satisfacción de este nefasto enfrentamiento a unos cortos de miras y sin capacidad de hacer algo por el futuro de todos.

*Presidente de Aragonex