Adif ha iniciado ya las obras de mejora en la línea de tren Zaragoza-Teruel-Valencia que durarán hasta primeros de octubre. Casi tres meses en los que no habrá servicio de ferrocarril. No cabe duda de que la eliminación del servicio --sustituido por autobuses-- supone molestias a los usuarios, pero la necesidad de abordar las siempre criticadas deficiencias de la línea exige que haya un periodo de actuaciones en la que esta no tenga operatividad. Se puede criticar si es el momento adecuado, en verano, aunque en invierno tampoco vendría bien. Pero lo importante es que se ejecuten las mejoras y que estas repercutan en un servicio futuro más cómodo y rápido. Es lo que demanda Aragón desde hace mucho tiempo.