El cartel de estas fiestas titulado El besico se va descolgando, las fiestas han llegado a su fin. Un cartel que, según declaraciones de su autor, Antonio Isla, dice que se inspiró en la época posbélica de los Sitios de Zaragoza (sic). Me imagino que Isla sabe que la imagen del cartel parte por entero de una obra del fotógrafo francés Robert Doisneau, realizada en 1950 en la plaza del Ayuntamiento de París, y que formaba parte de un reportaje que publicó la revista Life de su obra. Este fotógrafo "pescador de imágenes", era llamado así por la apariencia de espontaneidad de sus fotografías. Conocida como El beso pero cuyo título original es Le Baiser de l'Hotel de Ville, ha resultado ser un icono del romanticismo de post guerra por lo que se hizo muy famosa al ser reproducida a mediados de los ochenta por una editorial parisina. La obra de Doisneau llegó a Zaragoza en 2010 a través de la obra social de Caja Madrid, allí estaba la famosa fotografía. La utilización e interpretación de imágenes dentro de la historia del arte realizadas por artistas contemporáneos, es un clásico, ahí tenemos al Equipo Crónica que interpretó de mil maneras las Meninas de Velázquez en los años 70, esa corriente del Pop Art popularizó obras que han quedado como iconos, pero a diferencia de Antonio Isla, el Equipo Crónica realizaba una crítica irónica con versiones de gesto desmitificador, añadiendo imágenes coetáneas. La elección del cartel de fiestas, desde hace años, se ha democratizado, al final es el público quién la elige. Vendría a ser como si a mi me dieran voto, como público, en el Concurso Internacional de Piano de Pilar Bayona. Mi criterio distaría mucho de una elección que no fuera populista.

Pintora y profesora