Tras las informaciones publicadas por EL PERIÓDICO el domingo sobre el interés por construir casas aisladas en el Matarraña y las exigencias de informes medioambientales por parte del Inaga cuando no se demandan en otras zonas más explotadas turísticamente, el debate en el Departamento de Agricultura estaba servido. Y es lógico. Se está buscando una argumentación que racionalice el criterio y no impida la llegada de vips.