Estamos de enhorabuena. El 10 de abril de 2019 pasará a los anales como una fecha gloriosa. Por primera vez en la historia, un agujero negro fue fotografiado. Y todo gracias a la colaboración internacional de los científicos que han dado una lección magistral a los políticos del planeta, incapaces de ponerse de acuerdo en nada. Son muchos los ejemplos que podrían citarse, pero el más cercano, el del brexit, ejemplifica de primera esta incapacitación política para resolver asuntos de vital relevancia para el devenir de los ciudadanos británicos y comunitarios. In extremis, a menos de dos días de terminar el plazo y tras una cumbre de más de siete horas, la UE concedía una segunda prórroga a May. Halloween será la fecha límite que los ingleses tienen para llegar a un acuerdo y pactar su salida de la Unión. Estaba claro que Europa iba a dar un poco más de aliento a Gran Bretaña. Ahora, ¿serán capaces de acordar algo de aquí al 22 de mayo? Esa sería la fecha que garantizaría la no participación de Gran Bretaña en las elecciones al Parlamento Europeo, y que facilitaría el proceso, algo a priori bastante improbable si atendemos al estancamiento en el que están sumidos desde hace meses. Es como si los británicos hubieran entrado en el campo gravitatorio de un agujero negro, que en este caso parece ser la UE, del que no escapa ninguna partícula, al menos eso dicen las leyes científicas. Si esto fuera así, todo sería concebible en el desenlace brexit: elecciones urgentes, segundo referéndum, otra prórroga…, y todo para seguir en la UE. *Periodista y profesora de universidad