Lambán dijo ayer estar desconcertado con la actitud de Podemos en las Cortes de Aragón. Quizás es que ya se ha acostumbrado a Santisteve, quien en pocos meses ha pasado de ser un tímido simpatizante de Podemos a encaramarse al liderazgo virtual del partido en Aragón. En parte, gracias a un PSOE que lleva tiempo haciendo malabarismos. Como para decir en la DGA que la ley de capitalidad es constitucional, y en el ayuntamiento, pagar para que le hagan un informe insinuando que puede no serlo. Y gracias también a CHA, que le pasa igual, aunque lo disimula un poco mejor. El caso es que el alcalde va a conseguir el lunes que la izquierda municipal que tanto le critica le apoye los presupuestos. Se hace con el control de las sociedades con la excusa de poder gestionar. Defiende la autonomía de Aragón frente a Rajoy para salvar su ley socialista. Y se va de barrios aglutinando las voces más izquierdistas de la capital, por delante de Escartín. Unos y otros le han puesto las pilas y camina recto a la campaña electoral. Si así podrá presentar gestión, está por ver. Porque si todo sigue así, el próximo alcalde tiene más color naranja que morado.