La conferencia cena que organizó el IACOM con Alfonso Guerra el miércoles no pudo ser más concurrida, por más que la dirección del PSOE aragonés brillara por su ausencia. El exvicepresidente socialista sigue siendo un torero brillante pero ya no entra al trapo. Aunque a decir verdad, en el coloquio que siguió a la cena sólo pudo hacer un toreo de salón, porque los toros eran bastante mansos. Ni el presidente de los empresarios, López Babier, ni el doctor Casado, destacado militante del PP, le buscaron las cosquillas. Eran todos como de la familia.