La directora general de Turismo del Gobierno de Aragón, Elena Allué, anunció ayer una inyección económica de seis millones de euros para revitalizar el turismo en la comunidad este verano, en el que sin duda se va a ver debilitada la afluencia de visitantes por las consecuencias de la pandemia. Este plan ha sido consensuado con los principales promotores privados de Aragón, y es una iniciativa loable y necesaria para dar algo de oxígeno a una actividad económica que supone un nada desdeñable 8% del PIB autonómico. Sin embargo, parece insuficiente que la acción de la directora general se limite a anunciar un plan de ayudas, ya que hay que exigirle al área que gestiona más imaginación y creatividad para atraer turistas, especialmente de interior. Ahora más que nunca hay que vender con más ímpetu en los mercados nacionales los numerosos atractivos que ofrece la comunidad autónoma.