La renuncia del ya arzobispo emérito Manuel Ureña "por motivos de salud" no solo cayó como una bomba en Zaragoza, por lo inesperada. El impacto ha provocado un maremoto que, aunque soterrado, está generando movimientos. Entre ellos el cierre de un activo blog sobre la Iglesia oscense cuya misión "fundacional" era la crítica de la diócesis y de su obispo. Entre los últimos post, uno demoledor dedicado al cardenal Santos Abril.