Aragón recuperó en 2003 el ritmo de crecimiento económico, y aunque registró 5.100 nuevos parados ocupa una de las tasas más bajas de paro porque sigue generando empleo. Los datos del Consejo Económico y Social indican que Aragón no sufre grandes agitaciones económicas, pero advierte de la precariedad social que va cuajando como un síntoma. Cada vez hay más bolsas de pobreza; más viviendas vacías --86.000-- mientras crece la demanda y se encarecen los precios; más mujeres que denuncian violencia de género, y más niños que sufren malos tratos. Estos indicadores también bareman la calidad de vida.