La Semana Santa representa en la comunidad aragonesa un fuerte estímulo que se refleja en las previsiones de reservas del sector hostelero. Coincidiendo con las tempranas fechas en las que se celebra este año, la ocupación hotelera y la presencia de visitantes también se notará en el sector de la nieve. Pero en las ciudades, como Zaragoza, el atractivo es de otra índole y ya prevén un 75% de ocupación. La oferta de procesiones y gastronomía alcanza un importante tirón en las reservas. En el turismo rural, las previsiones son todavía más altas en porcentaje. La comunidad muestra de nuevo la diversidad de destinos atractivos que ofrece su sector turístico. Y la importancia del mismo en la economía regional.