De creer el anuncio del consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, respecto a que las listas de espera quirúrgicas se publicarán antes de las elecciones europeas (25 de mayo), casi habrá pasado un año desde que se actualizaron públicamente por última vez. Si no hay datos oficiales, se tendrán que dar por válidos los que aportan distintos colectivos, como las asociaciones y plataformas que integran la Coordinadora Aragonesa para la Sanidad Pública. Y de esa fuente, implicada en la actividad sanitaria diaria, surge que hay más de 23.000 pacientes en espera de una operación solo en Zaragoza y un tercio de ellos llevan aguardando más de seis meses para ser atendidos. En el informe también se destaca la demora para pruebas diagnósticas, como los diez meses para una resonancia magnética en el Royo Villanova o los 12 meses para ecocardiogramas o estudios del sueño. Son las consecuencias, que sí afectan directamente a los usuarios, de unas políticas sanitarias impulsadas con criterios donde priman los resultados económicos en lugar de una atención de calidad al paciente. Una situación cuya responsabilidad es exclusiva del Gobierno Rudi.