Las políticas públicas para garantizar el Estado de Bienestar no son un gasto, sino una inversión que ayudan a conseguir mayores tasas de actividad y a crear riqueza. Es lo que explicó la consejera Sánchez, de la Junta de Andalucía, al presentar un Plan I+D para impulsar los Servicios Sociales con el que apoyará a los profesionales e investigadores del área, proporcionando además formación actualizada. Obviamente este Plan se enmarca en la decisión de dedicar todo el esfuerzo posible a mantener el Estado de Bienestar y por ello no dejó de criticar las políticas de austeridad y los recortes, los copagos, a la vez que se comprometió a priorizar las políticas públicas para "no dejar a nadie atrás. Para que nadie juegue en desventaja". En fin, en nuestra tierra esto de hablar de I+D en el ámbito de los Servicios Sociales, ni lo huelen. Esta es un área secundaria, prescindible, una carga incómoda cuya gestión se puede dejar en manos de cualquiera que no tenga ni idea para que vaya arrastrando recorte tras recorte. La única investigación que les interesaba, y no me lo invento, era quienes son los defraudadores del I.A.I. y a ello querían dedicar a algunos de los más expertos trabajadores sociales. Afortunadamente, estos se negaron. Piensan los del PP que todos los perceptores son sospechosos, vividores de las ayudas públicas y hay que ponerlos bajo el panóptico de Bentham, a la vista del ojo del poder, en expresión de Foucault. Hay que controlar la corrupción de las víctimas. Faltaría más.

Profesor de Universidad