La jornada de ayer, primer aniversario del sangriento ataque yihadista en Barcelona (luego derivó a Cambrils) acabó con un balance adecuadamente positivo. Eso sí, tras discurrir por un enrevesado laberinto de pasiones. Y es que en Cataluña y España, estamos envueltos en los delirios del radicalismo nacionalista centrífugo y centrípeto. Un escenario cada vez más absurdo... Como se pudo ver.

Las víctimas y sus familias habían rogado que no se politizasen los actos de homenaje. Pero, claro, eso era en realidad imposible. Todo es política y más el recuerdo reciente de un atentado terrorista. Allí iban a encontrarse el Rey, el presidente del Gobierno central, el president de la Geralitat y todos los demás. Al final la cosa se desarrolló con bastante normalidad. Pero los muy españolistas se cabrearon por las pancartas antimonárquicas y secesionistas, los parlamentos y lecturas en catalán, el discurso de Torra y la posterior llegada de algunos que habían participado en la manifestación convocada por los CDR separatistas.

A su vez, los muy catalanistas clamaron contra la presencia de monárquicos unionistas (que también gritaron sus cosas) la mera asistencia de autoridades del Estado y el carácter oficial de la ceremonia. Solo faltó el lío con el tuit de Sánchez.

De fondo, la asquerosa polémica sobre los propios atentados. Desde el ultranacionalismo catalán se ha sugerido que el CNI (que ya había mantenido contactos con el jefe de la célula de Ripoll) tuvo algo que ver en los acontecimientos (calco conspiranoico de la versión pepera del 11--M madrileño). Los otros ultras, los del centralismo absoluto, se aplicaron a denigrar la (muy mejorable) actuación de los Mossos en el suceso.

Pero ayer también hubo hechos esperanzadores. Por ejemplo el bajo nivel de convocatoria de los radicales de ambos lados. O la evidencia de que es posible tener el luto en paz. O la constatación de que muchas personas están (estamos) hartas de que se impongan las hojas de ruta de los fanáticos. Y la prevalencia de la solidaridad con las víctimas de hace un año. Respetemos su memoria.