Más de doce meses le habrá costado a Fomento construir el acceso a la estación intermodal --el único de los cuatro que hay en el proyecto-- si se cumplen los plazos a los que ayer se comprometió la sociedad Zaragoza Alta Velocidad. Hasta ahora, ni Fomento ni ayuntamiento disponían de los 470.000 euros que cuesta la rotonda no construida en la avenida de Navarra, un inconveniente que sufren los usuarios desde hace meses y que cierra el paso a los taxistas, con la consiguiente merma de calidad de los servicios ferroviarios. Que las cosas de Fomento van despacio no es una novedad. El Ayuntamiento de Zaragoza conocía bien el paño ministerial cuando por acuerdo plenario rogó hace ya años al ministerio que se olvidara del scalextric que regula el tráfico en el acceso al centro comercial Augusta, a pocos metros de la intermodal. En nueve meses se realizó una obra muy interesante y se resolvió un problema ciudadano y administrativo. Esta vez, a la sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad y al propio ayuntamiento les ha faltado reflejos, porque la única entrada y salida que tiene la estación es una mancha negra para la alta velocidad. Se viaja en menos de dos horas desde Madrid pero cuesta mucho tiempo llegar al centro de Zaragoza.