Uno de los invitados a la entrega de premios Feroz comentaba que el 75% de los actores en España lo está pasando fatal; apenas hay trabajo. Imaginen dedicarse a algo vocacional que vive a expensas de una llamada de móvil y para actividades que duran lo que duran. Hay gente que atraviesa verdaderos dramas.

La única rama a la que engancharse para muchos es la televisión. Yo soy muy consciente cada vez que veo una producción española, de que detrás de ese bodrio de serie cómica, o de esa serie con tintes de culebrón, hay unos cuantos profesionales que pueden pagar las facturas a fin de mes.

Cuando un actor se entera de que se está pergeñando una grabación con cualquier canal español, hay verdaderas tensiones para ser seleccionado. Por fortuna vivimos momentos al alza; a vuelapluma recuerdo que Mira quién baila (La 1) utiliza músicos en vivo (otro sector castigado); que todas las series en antena, desde El corazón del océano (Antena 3) a Cuéntame (La 1) dan trabajo a decenas de profesionales de todo tipo o musicales como Tu cara me suena, utiliza coro de baile y músicos. No les digo yo que consuman productos españoles, porque no me quiero pasar de patriota, pero cada vez que miramos uno de esos programas damos de comer a un artista.

El panorama es desolador, con ejemplos de actores y músicos que les asombraría saber en qué situación se encuentran tras gozar de etapas de gran éxito. Todo nos ha llevado a esto. Seamos solidarios. Anda, si ríes, ríete en español.