La plataforma Libres e Iguales surgió como respuesta a una amenaza que jamás existió: la ruptura de España por el proceso soberanista catalán. No existió porque, cuando los independentistas dieron un mal paso, el Estado aplicó el protocolo, unos cuantos líderes ingresaron en la cárcel, se disolvió la Cámara y se convocaron elecciones. Cabe recordar que hasta Quim Torra, mártir de la estelada, fue inhabilitado hace un par de semanas. Nos guste mucho, poco o nada, la Constitución tiene su automático mecanismo de protección y ampara, incluso, a quienes no están de acuerdo con su contenido, ya sean de la CUP o de Vox.

Los personajes del movimiento Libres e Iguales se han empeñado en respaldar todo lo que no necesita ayuda: apoyan la Constitución (al menos, unos cuantos artículos), la unidad territorial y al Rey. Es decir, aquello que ya está blindado, tutelado, custodiado y bien forrado. Hace unos días, sus principales promotores (Álvarez de Toledo, Rosa Díez y Savater) lanzaron la idea de recopilar en vídeo mensajes de apoyo al rey Felipe VI. Como ya les ocurrió hace tres años con la unidad de España, ahora deben creer que el monarca está amenazado, quizá por el virus republicano. En sus filas habrá gente que sabrá algo básico: solo una mayoría imposible (233 diputados y 177 senadores) en ambas Cámaras puede permitir una reforma de la Constitución para pasar de monarquía a república. Pero el caso es dar vivas al Rey. El mismo día en que se publicó ese vídeo supimos que casi diez millones de personas en España viven en el umbral de la pobreza en este penoso 2020. Son los que de verdad necesitan apoyo, pero los libres e iguales, por extraño que parezca, no emitieron vídeo alguno.