Aragón ha situado las exportaciones en el 30% de su PIB. De forma regular, 1.500 empresas venden en el exterior, encabezadas por Opel, cuya buena marcha se deja sentir en los mercados de medio mundo. Además de coches, nuestra comunidad exporta bienes de equipo, tecnología y productos agroalimentarios. Los récords se suceden año tras año, a pesar de que en la actualidad tanto el brexit como la elección de Trump han sido recibidos con inquietud por no pocas empresarios. De momento no ha pasado nada, pero tampoco se sabe cómo evolucionará la situación en los próximos meses cuando la gestión del presidente norteamericano entre en velocidad de crucero y Reino Unidos culmine su separación de la UE.

Aragón envía sus productos al resto de la Unión Europea (40%), a Asia, (16%), Iberoamérica (13%), Norteamérica (/%) y Europa del Este ((7%).

Ayer, en el VII Encuentro Internacional de Arex (Aragón Exterior), sociedad pública del Gobierno autónomo, que en el último año ha ayudado a 267 empresas a crecer fuera de nuestro país, se respiraba optimismo. La consejera de Economía, Industria y Empleo abrió el encuentro anunciando que se espera mejorar en 2016 las cifras del año anterior, con alrededor de 11.000 millones de euros de resultado total.

Otro dato importante tiene que ver con el crecimiento en las ventas de productos industriales que no tienen que ver con el sector de la automoción. Si a comienzos de siglo los coches y derivados ocupaban el 40% del total exportado, ahora, y pese a los buenos resultados de Opel, se quedan en el 36%. Esto también indica que la diversificación avanza, justo cuando, además, la factoría de Figueruelas pasa por uno de sus mejores momentos.

Para un territorio como el aragonés, cuyo mercado interior es muy limitado, salir al exterior es esencial. Es fuera de aquí donde cabe colocar nuestros productos y en tal medida impedir que la economía entre en un círculo vicioso de depresión y ruina. Los últimos datos indican que, por el contrario, muchas empresas han sabido salir de la crisis internacionalizándose y trazándose nuevos y más ambiciosos objetivos.

El comercio on line y todos los instrumentos que hacen posible la globalización, la innovación y la creatividad deben aunarse en el esfuerzo por traspasar las fronteras y abrir nuevos mercados. Solo así Aragón tendrá futuro. En la economía y en todo lo demás.