Ya tenemos presupuestos, en Madrid y en Aragón. Los nacionales no le gustan al Gobierno de Aragón y los presupuestos de la DGA no convencen a los compañeros de Mariano Rajoy, que acaban de impugnar las cuentas de Fernando Gimeno. Así que, más que una solución presupuestaria, parlamentaria, tenemos un problema. Otro.

En la época de Marcelino Iglesias y José Angel Biel se reunía con cierta frecuencia la Comisión Bilateral entre Madrid y Aragón, entre el Gobierno Central y el Autonómico. Se ventilaban allí los grandes presupuestos y asuntos de infraestructuras, inclinándose de vez en cuando el fiel de la balanza hacia nuestros intereses.

Pero bajo el mandato de Rajoy hace tiempo que la Bilateral no se reúne. Que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, no viene por Zaragoza. Y eso que, estando todo el día en Barcelona, cerquita le queda y podría venir a dormir, a desayunar, a trabajar un poco, con el permiso de Junqueras y Puigdemont.

Javier Lambán, presidente aragonés, está moviendo hilos para convocar dicha Comisión Bilateral y poner encima de la mesa todas las dudas y deudas, las renuncias y renuncios que el Congreso de los Diputados, en sus tardíos debates presupuestarios, no ha sabido resolver o satisfacer: el futuro de nuestras vías y estructuras ferroviarias (Canfranc, Teruel, accesos a Zaragoza-Delicias, cercanías, corredor Cantábrico-Mediterráneo, etcétera), red de carreteras, sanidad, aeropuertos, inversiones y proyectos pendientes en la post-Expo... Temas de envergadura que los diputados aragoneses en el Congreso (¿hay alguien ahí?) han sido incapaces de sacar adelante y que no sólo requerirían una mera reunión anual (con suerte) a dos bandas, sino un mecanismo de comunicación permanente que acercara ambas Administraciones y combinase sus respectivas capacidades para un mejor servicio a los ciudadanos. Lambán no está nada contento con los presupuestos generales del Estado por lo que a Aragón respecta, y uno de los consejeros, José Luis Soro (CHA) los ha calificado de timo.

Algo de eso, de recurso o truco, late en la felicidad del ministro de Hacienda, que recauda más a medida que las autonomías invierten menos. Con la excusa de no cargarse la Seguridad Social, Montoro va metiendo en la hucha toda partida no ejecutada... en los pocos meses que da de plazo el presupuesto. Aragón quiere más.