Resulta ya tedioso, incluso insultante, el nulo criterio y la falta absoluta de responsabilidad con la que desde fuera se cuentan y tratan los asuntos relativos a la historia y la importancia geopolítica de Aragón.

La tergiversación de nuestra historia, la apropiación de nuestros símbolos y banderas, la manipulación más absoluta son una constante con la que, desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a convivir en nuestro día a día, agitado por intereses electoralistas de partidos nacionalistas y por un gran desconocimiento general.

Pero resulta aún más grave, por no decir patético, que sea en la capital de España donde se cometan este tipo de torpezas. Es lo que ha ocurrido en el mismísimo Museo Arqueológico Nacional, en Madrid, que ha estado exhibiendo más de un mes, durante una exposición sobre la Edad Media, un mapa de España en el que la Corona de Aragón directamente nunca había existido, ya que en su lugar ubicaban los "Condados Catalanes".

El desafortunado desliz, denunciado entre otros por el prestigioso escritor zaragozano José Luis Corral, se torna en indignante sorpresa cuando el propio museo apunta directamente al Ministerio de Cultura, al que acusa de su confección y de "no hacer ni caso" a las reiteradas peticiones de corrección que supuestamente ha demandado el museo.

Sea como fuere, el importantísimo papel que Aragón jugó en la España y Europa medievales vuelve a minimizarse, con tanta frivolidad como ignorancia, como si se quisiera olvidar o tapar una realidad que los aragoneses conocemos y nos llena de orgullo.

Ya lo apuntaba el escritor Arturo Pérez Reverte, en su famoso artículo de opinión Aragón también existe, en el que intentaba aportar un poco de sentido común y de rigor histórico, y en el que también apuntaba una crónica del siglo XIII, del historiador catalán Bernat Desclot, que me gustaría rescatar por su belleza y claridad. "No pienso que galera o bajel o barco alguno intente navegar por el mar sin salvoconducto del rey de Aragón, sino que tampoco creo que pez alguno pueda surcar las aguas marinas si no lleva en su cola un escudo con la enseña del rey de Aragón".

Cualquier ciudadano que tenga un mínimo interés objetivo por la historia de España sabe que la Corona de Aragón llegó a ser el imperio más extenso de Europa occidental durante la Edad Media, que integraba a los territorios de Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares, y que durante los siglos XIII y XIV se expandió por el Mediterráneo, conquistando reinos y tierras como Cerdeña, Nápoles, Sicilia e incluso Atenas. ¿Resulta tan complicado asumir esta realidad y no tener la tentación o la osadía de intentar manipularla?.

CON ESTE objetivo, las Cortes de Aragón impulsaron ya hace algunos años la fenomenal exposición "Aragón, Reino y Corona", que mostraba de forma ejemplar la historia de nuestra tierra, desde los orígenes del primer condado hasta la muerte de Fernando el Católico. Y también es destacable la publicación reciente del Prontuario del Reino y la Corona de Aragón, presentado por el presidente del PAR y las Cortes de Aragón, José Angel Biel, y el catedrático Guillermo Fatás, que relata de forma concisa y brillante relatos sobre nuestros reyes, historiadores y juristas.

Ojalá no caigan en saco roto estas iniciativas, y se empiece a respetar de una vez por todas nuestra identidad, nuestra trayectoria y nuestros sentimientos como pueblo. Respetar la constitución española y nuestro modelo de estado no está reñido, ni mucho menos, con exigir que también se respete y se difunda nuestra historia, sin engaños, manipulaciones y medias verdades.

Vicepresidente y portavoz del comité intercomarcal del PAR en Zaragoza