La participación aragonesa en la feria Internacional de Turismo de este año girará alrededor de los cinco sentidos. Contendrá una recreación de la naturaleza de la comunidad, uno de sus principales activos para la atracción del turismo familiar, que se podrá ver, oír, oler y tocar, complementado con la oferta gastronómica. Un binomio, junto al patrimonial, que está logrando aumentar la llegada de visitantes en los últimos ejercicios. Un reto a mantener.