El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, repitió en su discurso de investidura de hace ya año y medio que uno de sus objetivos para la presente legislatura era conseguir un Aragón «verde, social y digital». Para ello, ha establecido una serie de proyectos estratégicos en los que se lleva años trabajando. Ese camino, encontró un apoyo total en el Plan de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia del Gobierno de España aprobado para hacer frente a la crisis económica derivada del covid y que coincide con esos objetivos: la digitalización de la economía, la transición justa, la automoción de la electromovilidad, la agroalimentación adaptada a los nuevos parámetros, las energías renovables, la logística, etcétera.

Ahora, Europa va a financiar, como apoyo a nuestro país para hacer frente a la pandemia, todos aquellos proyectos económicos que tengan todas estas prioridades, lo que significa que Aragón ha ido haciendo muy bien las tareas y, además, el apoyo europeo y español debe servir para subir un escalón más en nuestra situación económica. Una realidad que no es tan mala. Hoy mismo publicamos en este diario que la comunidad sigue teniendo un músculo extraordinario en el exterior ya que lidera los índices de exportación, pero además, el territorio es el que más crece también en cuanto a producción industrial. Dos índices muy importantes que sitúan a Aragón en la rampa de salida para conseguir un buen puñado de esos fondos europeos que deben ser presentados por las empresas en una buena colaboración público-privado.

El optimismo que transmitía ayer Lambán en la entrevista con este diario está justificado. Solo hay que seguir haciendo las cosas bien entre todos. El tutelaje que la DGA se ha marcado sobre los proyectos aragoneses que buscan financiación europea es una buena ayuda y ahí, aparte del buen clima político y social actual, será clave la agrupación de pymes. El avance económico vendrá siguiendo esta senda.