Falta el estudio de impacto ambiental, pero todas las fuerzas políticas del ayuntamiento, sin excepción, han dado luz verde para que se construya de una vez el puente del tercer Milenio que cerrará la Ronda del Rabal. La obra se pasea por los despachos del ayuntamiento desde hace nueve años y hace dos que se aprobó el proyecto definitivo, el mismo que ahora sale a información pública sin que se acompañe de un estudio ambiental. Ya sólo faltaría que a estas alturas del proyecto surgieran impedimentos que volvieran a dejarlo en cocheras mientras la ciudad crece y se desarrolla al buen tuntún por falta de decisión política para acometer la obra. Este puente, que enlazará los barrios de La Almozara con el Actur, es una obra básica para la ciudad al margen de la Expo. El tiempo apremia, de modo que una vez conseguido el acuerdo municipal sólo falta que se esmere en la cuestión de las expropiaciones. Por voluntad que no quede.